lunes, 29 de octubre de 2007

A 21 años de la muerte de José Bianco; La transformación de un intelectual


Escritor y traductor, integrante del círculo íntimo de Silvina Ocampo, José Bianco fue uno de los personajes literarios más importantes e inadvertidos de la Argentina.



Dueño de un estilo único, de narración clásica y armoniosa, el autor de la célebre novela Las Ratas deja ver, a través de sus obras, una clara evolución en materia temática que supo desafiar e incomodar el entorno literario al que pertenecía. De esta manera, quién fuera jefe de redacción de la Revista Sur por 23 años, rompió con esquemas pre establecidos y fue más allá de sus límites.
José Bianco nació en Buenos Aires en 1908. Sus primeros trabajos estuvieron relacionados con la traducción de textos de grandes autores como Sartre y Camus. Este primer acercamiento le produjo una gran impresión y lo llevó a identificarse con su lucha ideológica. Luego, en 1938 se integró al staff de Sur donde realizó diferentes colaboraciones hasta 1961.



A pesar de no poseer una vasta obra, su escaso trabajo fue suficiente para que grandes escritores lo denominaran como indispensable. "Es un intelectual de verdad y un hombre de letras sensatas", admitió el escritor José Luis Borges.
Su última novela, "La Pérdida del Reino" (1972), fue la que terminó de definir un estilo osado donde dejaba traslucir una lucha clandestina que lo relacionaba con su tendencia sexual. La historia cuenta la relación homosexual que mantienen dos hombres, un relato que claramente afecta y amenaza la sociedad aristocrática a la que estaba dirigido el libro, provocando una sorpresa general y un pudor molesto que fue rápidamente sancionado por la revista de su amiga y colega Silvina Ocampo, marcando un quiebre y una futura pelea irremediable.
La libertad y la falta de límites adoptadas fueron confirmadas en una declaración que el escritor realizó durante una conferencia en Harvard, en 1973, donde aseguró que hasta la literatura que parece más alejada de cualquier intención ideológica lleva implícita una suerte de denuncia. Para muchos quedó en claro que Bianco hacía alusión a su "militancia callada y algo clandestina" que lo relacionaba con la Fundación del Frente de Liberación Homosexual en Buenos Aires.
Pese a toda crítica y un posible adrede desinterés, fue, sin duda alguna, un personaje admirable: "Las páginas de José Bianco nos confían casi imperceptiblemente, una historia que nuestra imaginación agradece y de la que no podemos descreer", aseguró Borges.



Cecilia Díaz